La Verdad de la Iglesia Católica: Una Reflexión Basada en la Biblia y la Torah

A lo largo de la historia, la Iglesia Católica ha sido objeto de ataques directos por parte de fuerzas que buscan socavar su autoridad y desviar a los fieles del camino de la verdad. Este fenómeno no es casualidad; tiene raíces profundas en las Escrituras tanto de la Biblia como de la Torah. La razón por la cual los satánicos y seguidores del diablo se enfocan específicamente en la Iglesia Católica se encuentra en la esencia misma de su verdad: es la Iglesia fundada por Jesucristo, el Hijo de Dios.

Fundación de la Iglesia en San Pedro

Jesús dejó claro en Mateo 16:18: “Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” En este versículo, Cristo establece a Pedro como la piedra angular de su Iglesia, dándole una misión divina. Esta declaración también incluye una advertencia: la Iglesia sería atacada, pero nunca destruida. El mismo hecho de que sea constantemente atacada por fuerzas malignas confirma su autenticidad como la Iglesia verdadera.

El Enfoque de los Ataques: El Cuerpo de Cristo

Un fenómeno llamativo es el uso de la Hostia consagrada en rituales satánicos. Esto ocurre porque la Hostia no es simplemente un símbolo, sino el verdadero Cuerpo y Sangre de Jesucristo (Lucas 22:19-20). El demonio, siendo un ser espiritual que reconoce la verdad de Dios, busca profanar lo que es sagrado. Si otras religiones no son blanco de este tipo de ataques, es porque no poseen este nivel de santidad y conexión directa con Dios.

En Juan 6:53-54, Jesús dice: “De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” Este es un testimonio directo de la importancia de la Eucaristía y explica por qué el enemigo espiritual intenta desacreditarla.

La Lucha entre la Luz y las Tinieblas

Desde el principio, la lucha entre la luz y las tinieblas ha sido una constante en la historia de la humanidad. En Génesis 3:15, Dios dice: “Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.” Este pasaje predice la victoria final de Jesucristo sobre el demonio, lograda en la Cruz. Sin embargo, mientras llega el juicio final, el diablo sigue intentando desviar a las almas.

San Pablo también advierte sobre estas luchas en Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Esta batalla espiritual tiene como objetivo principal la Iglesia, porque es la luz que guía a los fieles hacia Dios.

Llamado a la Conversión

Dios es amor y desea que todos los hombres se salven (1 Timoteo 2:4). Sin embargo, el diablo busca sembrar confusión y división. Por eso, aquellos que se encuentran lejos de la verdad están llamados a abrir los ojos y unirse a los hijos de la luz. La victoria del demonio es temporal y su derrota ya fue sellada por Jesucristo. Como dice Romanos 16:20: “Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies.”

El ataque constante contra la Iglesia Católica no es una prueba de su debilidad, sino de su fortaleza y verdad. Si el demonio la ataca con tanto empeño, es porque sabe que ahí está Dios. Por ello, te invitamos a reflexionar, a buscar la verdad y a unirte al camino de la luz que conduce hacia la salvación eterna.

“Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).